Mis valores personales más importantes que rigen mi forma de trabajar son:

Respeto y honestidad. Aspectos fundamentales de cualquier tipo de relación humana, y por tanto también la relación terapéutica.

La implicación y el compromiso con la que trabajo con cada paciente, con un análisis personalizado de cada caso.

Y por supuesto con sumo cuidado, siendo este un atributo personal y profesional que me caracteriza.

Me llevo dedicando a la atención a las personas desde hace casi 20 años y  fui siendo cada vez más consciente de la importancia de atender desde un enfoque integrador que mirase más allá de sus síntomas y conflictos, cuidando todos los factores que nos llevan a enfermar y a buscar maneras de lidiar con nuestro dolor.

Creo profundamente en el poder que tiene la relación terapéutica y para mi es fundamental ofrecer un clima de seguridad y confianza para que juntas/os podamos explorar emociones y pensamientos que necesiten ser integrados y aportarte recursos que te ayuden a sentirte segura/o en tu vida.